La agricultura orgánica o ecológica visualiza el suelo como un organismo vivo, rico en vida microbiana y mesofauna, el manejo de los cultivos se hace imitando los ciclos naturales que se dan en los bosques. Uno de estos, es el que se produce entre el suelo y las plantas. El suelo aporta nutrimentos y otros compuestos a las plantas y estas luego proporcionan la materia orgánica necesaria para mantener la vida, la fertilidad, y la estructura del suelo. El abono orgánico, es un tipo de fertilizante que se produce a partir de plantas, animales u hongos. Distinto es el caso de los abonos inorgánicos, que derivan de actividades mineras o de combustibles fósiles y requieren de un proceso industrial para su fabricación. Con esta perspectiva mediante el proyecto de PAPAS NATIVAS se realiza talleres de capacitación para que nuestros hermanos y hermanas de las comunidades altoandinas inicien con la preparación de abonos orgánicos y así colaborar con el mantenimiento del medio ambiente y protección de los suelos productivos
